Las instalaciones de combustión son altos consumidores de combustible. Estas, cuentan con un gran potencial de ahorro y uso eficiente de energía. Con el tiempo se han creado elementos de avanzada tecnología donde su aplicación es directamente en el quemador. El dispositivo, al ser quien aporta aire y combustible, se encarga de mezclarlos de forma correcta para la combustión. El aire aportado es superior al teórico con el fin de evitar:
- Inquemados
- Emisiones peligrosas y reducción del rendimiento.
- Un exceso de aire que implique pérdidas con los humos de la combustión.
Esta tecnología e innovación permite, entre otras cosas:
- La modulación del quemador, sin escalones, reduciendo paradas y pérdidas de disponibilidad.
- El control de velocidad reduce la energía eléctrica consumida por el motor del quemador.
- El control continuo del exceso de oxígeno mejora el rendimiento de la combustión.
Riello, a través de Thermal Combustion, es un ejemplo claro de la avanzada tecnología de mejora en eficiencia y ahorro de energía durante la combustión.