Existen diversas formas de reducir costos de combustible. Una de ellas es la combustión con bajo exceso de aire. Esta medida operativa es simple y fácil de implantar. Reduce la cantidad de oxígeno disponible al mínimo necesario para que la combustión sea completa. Los índices de reducción posibles se encuentran en un rango de 10% a 45%.
Las ventajas que presenta este sistema son múltiples, una de ellas es que no requiere un consumo adicional de energía. Además, si opera de forma correcta, no disminuye la fiabilidad del funcionamiento de la instalación de combustión. Todo lo contrario, al reducirse el nivel de oxígeno, la combustión podría ser incompleta. Si esto pasara, se daría la presencia de no quemados de carbono.
Por tal motivo, al mejorar el rendimiento del proceso, se evitan dos cosas: la contaminación de gases y el incremento de los costos de combustible. Esto debido a que se aprovecha de mejor manera el insumo y se evita el desperdicio innecesario.